Nace el Señor
Día 25
Natividad del Señor.
Con Jesús por la mañana. “Me imaginaba yo entonces que, en el
momento exacto en el que nació Cristo, todas las cosas, el mundo entero,
contuvo el aliento y se hizo en todo el universo ese gran silencio que ya nunca
se ha repetido jamás…¿O es que podría Dios hacerse hombre sin que se detuvieran
de asombro las estrellas, se callaran absortos los animales, vivieran un
misterioso temblor las flores y las cosas todas? (José Luis Martín Descalzo).
Quédate contemplando el pesebre, entra en la escena, y toma parte de ella. ¿Qué
descubres? Ofrece tu día por la intención del Papa.
Con Jesús por la tarde. “Al principio existía la Palabra, y la
Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Al principio estaba junto a
Dios” (Jn 1, 1-2). Dios se hizo uno con nosotros, unido íntimamente a nuestra
humanidad, para siempre. Continúa contemplando en silencio a Jesús nacido entre
nosotros. Repite en tu corazón: “Gracias, Señor, Gracias”.
Con Jesús por la noche. Explora tu interioridad. Agradece el día
que termina. ¿Qué sentimientos estuvieron presentes durante el día? ¿Qué
temores tienes? ¿Cuáles son las situaciones que te hicieron feliz? ¿Cómo has
cuidado de aquello que te hizo feliz?
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