Luz encarnada
Día 14
Con Jesús por la mañana. “La luz se ha convertido en una persona
que nosotros podemos ver, tocar, oír, besar. Todo su ser está iluminado desde
dentro, y cada uno de sus gestos trasluce la vida de Dios que ha bajado hasta
nosotros” (B. González Buelta sj). Jesús es la luz, que se hace presente en el
que sufre y en aquellos que ayudan a aliviar el dolor de sus hermanos. Lleva
los gestos de Jesús a tus hermanos, abraza y alivia a quien sufre cerca de ti.
Ofrece lo que vivas por la intención del mes.
Con Jesús por la tarde. “Él replicó: ¡Dichosos, más bien, los
que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen!” (Lc 11, 28). El seguimiento del
mensaje de Jesús nos une como hijos de un mismo Padre. ¿Es tu vida tierra
fértil para acoger la Buena Noticia? Deja resonar en tu corazón el piropo de
Jesús: “Feliz de ti hijo mío porque escuchas mi Palabra y la pones en
práctica”, mientras continúas poniendo en práctica el propósito del día.
Con Jesús por la noche. Ser más consciente. ¿Crees que vas
creciendo interiormente? ¿Sientes que aumenta tu esperanza, tu amor y caridad?
¿Qué te llena la vida de plenitud? Entrega esta noche a tu Padre del cielo tus
preocupaciones.
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