Portadores de luz
Día 28
Con Jesús por la mañana. “Todo bautizado es ‘cristóforo’, es
decir, portador de Cristo, como decían los antiguos Padres. Quien ha encontrado
a Cristo, como la Samaritana del pozo, no puede tener para sí esta experiencia,
sino que siente el deseo de compartirla, para llevar a otros a Jesús"
(Papa Francisco). Hazte consciente que Jesús te habita y que por ti quiere
llegar a más hermanos. ¡Saca lo mejor de ti y Jesús brillará para los
demás! Sonríe y saluda cordialmente,
pide con amabilidad y agradece, escucha primero y habla después. Ofrece lo que
vivas por los hermanos alejados de la fe.
Con Jesús por la tarde. “Pero el que fue sembrado en tierra
buena, es el que oye la Palabra y la comprende: éste sí que da fruto y produce,
uno ciento, otro sesenta, otro treinta” (Mt 13, 23). Esos pequeños gestos que
te propones mejorar en el trato con tus hermanos son signo de tu voluntad de
dejar crecer en ti el estilo de Jesús. Repite al ritmo de tu respiración:
«Deseo dar fruto cada día», mientras continúas poniendo en práctica el
propósito de la mañana.
Con Jesús por la noche. Trae a las
personas. Trae a la
memoria a las personas que has encontrado hoy. ¿Cómo han sido esos encuentros?
¿Cómo fue tu acogida? ¿Reconoces que las
personas son regalos que Dios te acerca cada día? ¿Qué has podido hacer por los
demás? ¿Hay alguien que necesite una disculpa? Agradece el don de la vida en ti
y en tus hermanos.
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