Testigos de la Misericordia
Día
25
Con
Jesús por la mañana. «La
Iglesia y el mundo necesitan este testimonio del amor y de la misericordia de
Dios. Los consagrados, los religiosos, las religiosas son el testimonio de que
Dios es bueno y misericordioso. Por ello es necesario valorar con gratitud las
experiencias de vida consagrada y profundizar el conocimiento de los diversos
carismas y espiritualidades. Es necesario rezar para que muchos jóvenes
respondan «sí» al Señor que les llama a consagrarse totalmente a Él para un
servicio desinteresado a los hermanos; consagrar la vida para servir a Dios y a
los hermanos» (Papa Francisco). Ofrece tu ayuda al sacerdote, religioso o
religiosa de tu barrio. Ofrece tu día y
reza por la respuesta de los jóvenes.
Con
Jesús por la tarde. «En
aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: «ld al mundo entero y
proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará;
el que se resista a creer será condenado. Después de hablarles, el Señor Jesús
subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a pregonar el
Evangelio por todas partes» (Mc 16, 15-16.19-20).¿Das prioridad a tu relación
con Jesús?¿Conoces en profundidad la Palabra de Dios? ¿Eres un eficaz mensajero
de ella? ¿La haces vida?
Con
Jesús por la noche. Pon
un nombre a tu día. Busca aquietarte. Repasa el día vivido. ¿Hubo algún
acontecimiento que te afectó en especial durante el día? ¿Cómo te sientes
ahora? ¿Qué ha sido lo más significativo de tu día? Mirando lo vivido, ¿Qué
nombre pondrías a tu día? ¿Por qué?
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