Orar insistentemente
Día
26
Con
Jesús por la mañana. «Donde
hay vida, fervor, ganas de llevar a Cristo a los demás, surgen vocaciones
genuinas. Aun en parroquias donde los sacerdotes son poco entregados y alegres,
es la vida fraterna y fervorosa de la comunidad la que despierta el deseo de
consagrarse enteramente a Dios y a la evangelización, sobre todo si esa
comunidad viva ora insistentemente por las vocaciones y se atreve a proponer a
sus jóvenes un camino de especial consagración» (Papa Francisco). ¿Rezas por
las vocaciones? ¿Lo hace tu comunidad? ¿Puedes hacer alguna propuesta concreta
en este sentido? Ofrece tu día para que surja en muchos jóvenes el deseo de
entregarse totalmente a Dios.
Con
Jesús por la tarde. «En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Vosotros sois la luz del mundo. No
se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende
una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para que alumbre a todos los
de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas
obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.» (Mt 5, 13-16). ¿Eres
luz para otros? Repite al ritmo de tu respiración: "Lámpara es tu palabra
para mis pasos, Señor".
Con
Jesús por la noche. Agradece
los encuentros. Trae a la memoria las personas que hoy encontraste. ¿Recuerdas
algún encuentro de manera especial? ¿Qué te ha hecho sentir? ¿Qué conversación
recuerdas especialmente? ¿Por quiénes quieres agradecer?
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