Servidor de una gran obra
Lunes
30
Con
Jesús por la mañana. «Enseñarás
a volar, pero no volarán tu vuelo. Enseñarás a soñar, pero no soñarán tu sueño.
Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida. Sin embargo… en cada vuelo, en cada
vida, en cada sueño, perdurará siempre la huella del camino enseñado» (S.
Teresa de Calcuta). ¿Cuánto amor pones en lo que haces? Elige una persona cerca
de ti que esté más necesitada, y bríndale tu apoyo, tu mano amiga. Inicia tu
día ofreciendo todo lo que vivas por las intenciones del Papa.
Con
Jesús por la tarde. «Jesús
le dijo: -Vete a tu casa y a los tuyos y cuéntales todo lo que el Señor, por su
misericordia, ha hecho contigo» (Mc 5,19). Saluda, sonríe, pide por favor, di
gracias, pide con paciencia, no te agites en tus tareas. Que tus actitudes
transmitan la paz que Dios quiere dar a través tuyo. Repite al ritmo de tu
respiración «Señor, concédeme la gracia de manifestar tu paz en mis palabras»
mientras continúas poniendo en práctica el propósito del día.
Con
Jesús por la noche. Pon
nombre a tu día. Reflexiona sobre lo vivido hoy, ¿Cómo llamarías al día de hoy?
¿Por qué eliges ese nombre, qué representa, qué destaca, a qué te recuerda?
¿Has estado disponible para los que necesitaron de ti? Pide ayuda a Dios para
que tu estilo de vida refleje criterios más fraternos.
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