Pureza de corazón
Lunes
12
Con
Jesús por la mañana. Los
niños se maravillan ante la novedad. Se asombran al descubrir algo nuevo.
Sonríen ante la sorpresa que los llena de emoción. La pureza de su corazón les
permite disfrutar de las sorpresas y se dejan seducir por lo nuevo. Con la
simplicidad del alma de un niño, María recibió la noticia de su embarazo. Y aún
sin entender los planes de Dios dijo «Hágase en mí». María recibió el anuncio
del ángel porque se fiaba de Dios. María canta la sorpresa de Dios. ¿Cómo vives
las sorpresas? ¿Cómo vives los cambios de planes? Ofrece todo lo que hoy vivas
por las intenciones del Papa. Ábrete a la novedad del día de hoy y vívelo como
invitación de Dios a la confianza en Él.
Con
Jesús por la tarde. «María
dijo: Mi alma canta la grandeza del Señor, mi espíritu festeja a Dios mi
salvador, porque se ha fijado en la humillación de su esclava y en adelante me
felicitarán todas las generaciones» (Lc 1, 46-48). Agradece a Dios lo que hace
en ti. Repite al ritmo de la respiración «Mi alma canta tu grandeza Señor…»
mientras continúas poniendo en práctica el propósito del día.
Con
Jesús por la noche. Agradece
lo vivido hoy. Haz la señal de la cruz. Respira hondo. Pide cuentas a tu
corazón de lo que has vivido desde la hora en que te levantaste. ¿Qué lugares
has recorrido? ¿Qué momento te ha llenado de felicidad? ¿En qué momento has
sentido agobio? ¿Qué quieres agradecer a Dios?
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