Me agrada la
expresión “ser caminante”, “peregrina”, “viajera”.
Nada nos define mejor a los seres humanos que estas expresiones.
No estamos hechos de
un día y para siempre. Nos vamos haciendo de la mano de nuestras contrariedades,
sombras, luces y anhelos. Ir en camino nos regala el sano hábito de recorrer el
sendero con la mirada puesta en el horizonte y percatándonos de que cada paso es una victoria pequeña. Claro está que de lo
que aquí hablamos es del horizonte eterno con ese Dios que da sentido a nuestro
caminar. Y las pequeñas conquistas son esas que están lejos de la gloria y de
los podios con trofeo. Son huellas, no grandes zancadas. Menudas y humildes que
nos van acercando a las huellas de Aquél al que deseamos seguir y servir…
Pidamos a Dios estar siempre en movimiento…Él valora nuestros
pasos menudos.
@Ale Vallina
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