Señor
ayúdame a reconocer mis dones, semilla pequeña que sembraste en mi alma. Enséñame
a desarrollarlos y a expandirlos. Edúcame para que pueda ponerlos de manera
generosa al servicio de tu Reino.
Muéstrame el camino y el lugar preciso donde
he de donarme, donde puedo serte de ayuda, donde sin mi colaboración una sonrisa
menos pueble un rostro necesitado. Llévame donde Tú quieras y hazme valiente para
afrontar los desafíos. Que el miedo no se apodere de mí y que resista los
embates del desaliento. Decide el destino que requiera de esos dones.
Pido Señor,
que mis manos asustadas, aun así, deseen ponerse a tu servicio. Y por favor
Señor aleja de mí todo rastro de soberbia y vanagloria. Que siempre perciba,
que los talentos son tus obsequios, regalos de tu misericordia.
Edúcame
Padre, porque recién cuando los reconozca y los agradezca podré ofrendarme atrevidamente
y convertirme en colaboradora de la obra
de tus manos.
@Ale Vallina
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