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Ante Dios, todos somos pequeños, frágiles y débiles. Hay que aceptar con sencillez esta realidad. Pero nada de esto es malo. Lo malo es no crecer, o hacernos daño a nosotros mismos o a nuestros semejantes, frustrando así el proyecto de felicidad que tiene Dios para con todos nosotros. Padre Caravias sj
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Cuántos pastores lo hacen?? Jesús sí lo hizo...Él es el Buen Pastor, el que da la vida por sus ovejas.
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Escuchar con el corazón es dejar que la palabra eche raíz y sea fecunda. Es bajar por la palabra hasta su napa más profunda y beber con quien nos habla del agua que lo inunda. Escuchar con el corazón es cimentar sobre roca una certeza bien rotunda. Es ajustar en claridad la palabra que retumba. Es despertar en caridad a los que nada les perturba. Escuchar con el corazón es dejar que se vulneren las defensas y las dudas. Es dar tiempo al que viene porque sabe que lo escuchan. Es traducir los sonidos que las palabras pronuncian y convertirlos en latidos donde las emociones pulsan. Escuchar con el corazón es sacar a la esperanza de su tumba; es guiarla por la senda de una vida que aún da la lucha hasta abrirle camino entre la noche y la penumbra. Escuchar con el corazón es ofrecer los lazos que las amistades fundan. Es abrir el espacio donde dos distintas vidas, distinguiéndose se aúnan. Es marcar el tramo en que las huellas, por un tiempo, marchan juntas. Escu...
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Tus pensamientos, palabras y obras, todo ha de convertirse en bueno, para el beneficio de tu alma...
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¿Qué es lo que distingue a un buen cristiano? Un buen cristiano se distingue por el hecho de que cree en Dios, de que confía; se distingue por el hecho de que conoce a Cristo, de que lo conoce cada vez mejor y presta oídos a él. Conocer significa leer la Biblia, hablar con Cristo, dejarse llamar por él, asemejarse a él. De ese modo, el cristiano se siente cada vez más apremiado a actuar socialmente, a comprometerse por otros como lo hizo Jesús, que curó a los hombres, llamó a sus discípulos, criticó a los poderosos, lanzó advertencias a los ricos y recibió a los extranjeros. Así se llega a ser un hombre que se siente sostenido e impulsado por Dios. En el momento de la muerte –y quiera Dios que así sea-, podrás decir: tú me sostienes, en ti estoy cobijado, tú me aceptas. Carlo María Martini
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No renuncies a ser quien eres...por parecer quien no eres...
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