Acompañar la ancianidad
Día 1
Con Jesús por la mañana. “Un pueblo que no custodia a los
abuelos, un pueblo que no respeta a los abuelos no tiene futuro, porque no
tiene memoria, ha perdido la memoria. Oremos por nuestros abuelos, nuestras
abuelas, que tantas veces han tenido un papel heroico en la transmisión de la
fe en tiempo de persecución” (Papa Francisco). En este Adviento, el Papa nos
invita a ofrecer un nuevo desafío, por los ancianos, para que sostenidos por
las familias y las comunidades cristianas, colaboren con su sabiduría y
experiencia en la transmisión de la fe y la educación de las nuevas
generaciones.
Con Jesús por la tarde. “Y les añadió una parábola: Observen la
higuera y los demás brotes, se dan cuenta de que el verano está cerca” (Lc 21,29).
¿Te sientes brote de tu generación precedente? ¿Agradeces tu historia de vida?
Repite al ritmo de tu respiración: “Señor, que no renuncie a mis raíces”.
Con Jesús por la noche. Serénate y trata de ser más consciente.
¿Crees que vas creciendo interiormente? ¿Sientes que aumenta tu esperanza, tu
amor y caridad? ¿Qué llena tu vida de plenitud? Entrega esta noche a tu Padre
del cielo tus preocupaciones.
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