Primero el bien común
Día 24
Con Jesús por la mañana. “La tendencia moderna camina hacia este
bien común del respeto y la protección de los derechos laborales, pero sigue
vigente el interés propio sobre el bien público, la economía privada sobre la
pública; en una palabra, el beneficio propio en un espiral indefinido sobre el
beneficio de la fraternidad humana” (Pablo VI). ¿Qué te dicen a ti estas
palabras? ¿Cómo están tus prioridades? ¿Eres capaz de renunciar a tu propio
beneficio para ayudar a otros? Presta atención a tus conductas y actitudes a lo
largo del día y ofrece lo que vivas por la intención del Papa.
Con Jesús por la tarde. “Jesús les dijo: Tengan la ropa puesta
y las lámparas encendidas. Sean como aquellos que esperan que el amo vuelva de
una boda para abrirle en cuanto llegue y llame” (Lc 12, 35-36). Orar en la vida
cotidiana es encontrar a Dios en tus quehaceres y escucharle, hablarle, cruzar
miradas, agradecimientos y peticiones, charlar como con un amigo; así
mantendrás la atención y el corazón en el Señor. Mantén esta actitud orante
durante tu trabajo mientras actualizas el propósito de la mañana.
Con Jesús por la noche. Detente. Tómate un momento y sé
consciente de lo que has vivido hoy. ¿Qué te llena de alegría? ¿Qué te hace
perder la paz? ¿Dónde tienes puesto tu corazón? No se puede sentir plenitud
interior si no sabemos hacia dónde va nuestra vida.
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