Portadores de la esperanza y el amor
Día 27
Con Jesús por la mañana. «La naturaleza misionera de la Iglesia
no es proselitista, sino testimonio de vida que ilumina el camino, que trae
esperanza y amor. La Iglesia no es una organización asistencial, una empresa,
una ONG, sino que es una comunidad de personas, animadas por la acción del
Espíritu Santo» (Papa Francisco). Cuando el activismo te envuelve te expones a
perder el horizonte de tu misión. Sintoniza Jesús en medio de tus tareas, mira
con el corazón como Él te mira. Ofrece tu día por la intención del Papa
Francisco.
Con Jesús por la tarde. «Jesús reunió a los Doce y les dio
autoridad y poder sobre todos los demonios, y para curar enfermedades; y los
envió a proclamar el Reino de Dios y a curar» (Lc 9, 1-6). La autoridad es para
servir, acompañar, y celebrar los dones Dios. ¿Te das cuenta de que ser elegido
para la misión es regalo gratuito y no premio a tus méritos? Repite al ritmo de
tu respiración: «Corazón de Jesús dame humildad amorosa para servir».
Con Jesús por la noche. Agradece los encuentros. Al cerrar el
día, trae a la memoria las personas que han estado presentes hoy en tu vida
¿Recuerdas algún encuentro de manera especial? ¿Por quién te gustaría pedirle
al Señor? ¿Por quién te gustaría agradecer? Abraza en tu corazón a aquella
persona de quien te encuentres alejado y pide a Dios que les tienda un puente
de encuentro.
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