Tráfico de armas y dinero
Día 10
Con Jesús por la mañana. «Y sobre esto hemos de ponernos un
interrogante: ¿Por qué las armas letales son vendidas a aquellos que pretenden
infligir un sufrimiento indecible sobre los individuos y la sociedad?
Tristemente, la respuesta, que todos conocemos, es simplemente por dinero; un
dinero impregnado de sangre, y muchas veces de sangre inocente. Frente al
silencio vergonzoso y cómplice, es nuestro deber afrontar el problema y acabar
con el tráfico de armas» (Papa Francisco).
Hoy, alivia con gestos, palabras y acogida a quien sufre cerca de ti.
Ofrece tu día por la intención del mes.
Con Jesús por la tarde. «Jesús se sentó frente a la sala del
tesoro del Templo y miraba cómo la gente depositaba su limosna. Muchos ricos
daban en abundancia» (Mc 12, 41). Jesús
mira las intenciones. ¿Eres generoso
para ser visto o para agradar a Dios? ¿Te diriges a Dios con una actitud
humilde, necesitada de él? Respira mientras repites en silencio: «Mi boca
cantará tu auxilio, Señor».
Con Jesús por la noche. Hazte consciente. ¿Cómo viviste tu día?
¿Qué sucedió que te causa alegría o tristeza? Identifica las emociones que te
“movieron” hoy. ¿Hubo algún pensamiento
que se repitiera? Jesús te acompañó hoy, ¿Puedes reconocer su presencia en
personas o acontecimientos? Agradece a Dios por tu vida y disponte a iniciar
una nueva jornada.
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