Mensajeros de Dios
Día 29
San Pedro y San Pablo
Con Jesús por la mañana. «La Iglesia los quiere hombres de
oración, maestros de oración, que enseñen al pueblo que les ha sido confiado
por el Señor que la liberación de toda cautividad es solamente obra de Dios y
fruto de la oración, que Dios, en el momento oportuno, envía a su ángel para
salvarnos de las muchas esclavitudes y de las innumerables cadenas mundanas.
También ustedes sean ángeles y mensajeros de caridad para los más necesitados»
(Papa Francisco). Ofrece tu día por la
intención del mes, y reza por los obispos y cardenales de todo el mundo.
Con Jesús por la tarde. «De esta manera, indicaba con qué
muerte Pedro debía glorificar a Dios. Y después de hablar así, le dijo:
«Sígueme» (Jn 21, 19). ¿Amas a Jesús con
todo el corazón? ¿Sirves al Reino de Dios desde tu vida cotidiana, haciendo con
amor y esmero tu tarea diaria? Tú puedes seguir a Jesús desde tu vida de
familia, con tus amigos, en tu trabajo, ¡Allí construyes el Reino! Dile a Jesús
desde el fondo del corazón: “Aquí estoy, Señor, no tienes que buscar a nadie
más”.
Con Jesús por la noche. Repasa el día. ¿Crees que vas creciendo
interiormente? ¿Hay alguna cosa que te incomodó de tus acciones, pensamientos,
deseos? ¿Hay algo que quieras agradecer especialmente? Entrega esta noche a tu
Padre del cielo, tus preocupaciones.
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