Levántate
Día
4
Con
Jesús por la mañana. «Una
vez que hemos sido revestidos de misericordia, aunque permanezca la condición
de debilidad por el pecado, esta debilidad es superada por el amor que permite
mirar más allá y vivir de otra manera» (Papa Francisco). Tu manera de mirar la
realidad condiciona tu manera de actuar. ¿Cómo miras el error y la fragilidad
en los demás? ¿Cómo actúas frente a las equivocaciones de tus hermanos cuando
te afectan a ti? Pide a Jesús mirar con sus ojos y sentir con su corazón para
ver más allá de la superficialidad de los hechos. Ofrece tu día por la
intención del Papa.
Con
Jesús por la tarde. «En
aquel tiempo, Jesús vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de
los impuestos, y le dijo: «Sígueme.» Él, dejándolo todo, se levantó y lo
siguió» (Lc 5,27). ¿Miras con amor a los demás? ¿Reconoces el valor y la
dignidad de tus hermanos cuando los miras y les hablas? Repite al ritmo de tu
respiración “Dame tus ojos quiero ver como tú”.
Con
Jesús por la noche. Agradece
y entrega el día. Busca un lugar tranquilo, respira hondo y hazte consciente
que estás en presencia de Jesús. Da gracias por el día vivido. ¿Cómo te sientes
en este momento? ¿Qué hecho quedó resonando en ti? Tómate un momento. ¿Qué
quieres entregar a Jesús?
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