La Anunciación del Señor
Día
25
Con
Jesús por la mañana. «Que
los ojos misericordiosos de la Santa Madre de Dios estén siempre vueltos hacia
nosotros. Ella es la primera en abrir camino y nos acompaña cuando damos
testimonio del amor. La Madre de Misericordia acoge a todos bajo la protección
de su manto» (Papa Francisco). Confía en la ayuda materna de María y sigue su
palabra de volver los ojos a Jesús. Toma un tiempo para hablar con tu Madre,
cuéntale tus inquietudes, tus alegrías, ella espera por ti hoy. Ofrece tu día
por la intención del Papa.
Con
Jesús por la tarde. «El
ángel le contestó: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo
te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de
Dios... María contestó: Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu
palabra» (Lc.1,26-38). ¿Cómo sientes la presencia de María en tu vida? Escucha
su palabra que te dice: Haz todo lo que él te diga, mientras continúas el
diálogo con ella.
Con
Jesús por la noche. Agradece
y entrega el día. Busca un lugar tranquilo, respira hondo y hazte consciente
que estás en presencia de Jesús. Da gracias por el día vivido. ¿Cómo te sientes
en este momento? ¿Qué hecho quedó resonando en ti? Tómate un momento. ¿Qué
quieres entregar a Jesús?
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