Dar es recibir
Día
18
Con
Jesús por la mañana. La
generosidad es como la respiración: fluye permanentemente. Es dinámica. Al dar,
aportamos algo de nosotros a los demás y regresa esa generosidad de un modo
totalmente inesperado. Podemos dar nuestro tiempo, nuestro dinero, nuestro
talento o darnos a nosotros mismos. Siempre que exhalamos generosidad,
inhalamos bondad, y en nuestro interior reina la plenitud de sentirnos vivos.
Ofrece el día por las intenciones de este mes. Acércate hoy a quién necesita de
ti. Que tu bondad transforme la vida de los demás.
Con
Jesús por la tarde. «Jesús
tomó a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó a ellos solos a un monte elevado.
Allí se transfiguró en presencia de ellos...Entonces una nube los cubrió con su
sombra, y salió de ella una voz: Este es mi Hijo muy querido, escúchenlo» (Mc
9,2-13). Haz un alto en el camino: ¿Cuál es el monte al que te invita hoy Jesús
para ver su Luz de Hijo amado?, mientras reanudas el propósito de la jornada,
repite en silencio: «en tu Luz veo mi Luz, la de ser hijo del Padre».
Con
Jesús por la noche. ¿Qué
viviste hoy? ¿Qué sentimiento identificas al terminar el día? ¿De qué estás
agradecido hoy? ¿Qué situaciones te han entristecido hoy? ¿Qué te hubieras
gustado que fuera diferente?
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