Una casa común
Miércoles 9
Con Jesús por
la mañana:
“Nuestras sociedades están experimentando,
como nunca antes había sucedido en la historia, procesos de mutua
interdependencia e interacción a nivel global, que, si bien es verdad que
comportan elementos problemáticos o negativos, tienen el objetivo de mejorar
las condiciones de vida de la familia humana, no sólo en el aspecto económico,
sino también en el político y cultural. Toda persona pertenece a la humanidad y
comparte con la entera familia de los pueblos la esperanza de un futuro mejor”.
(Papa Francisco) Me dispongo este día a ver a todos los que encuentro como
hermanos, ofrecerles una sonrisa, palabra de aliento o cualquier ayuda que
necesite y rezar especialmente por los refugiados.
Con Jesús durante el día: “Jesús
dijo: no conviertan la casa de mi padre en un mercado” (Jn 2,16) Jesús nos
anima a expulsar de nuestros corazones eso que nos impide ser verdaderamente su
casa. Y ser constructores con El de una verdadera casa común. Pídele al Señor
la gracia de ser hermano de todos.
Con Jesús por la noche: Da
gracias y pide luz. Pienso en todas las personas con las que me encontré ¿Pude
darles una sonrisa a todos? ¿A quiénes pude ayudar?
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