Vivir sin aprender
Miércoles 7
Con Jesús por la mañana. Vivimos movidos por principios aprendidos
que la sociedad considera fundamentales para vivir: el placer ante todo, el
dinero como el valor supremo de la vida y el poder como la aspiración mayor del
ser humano. Sin embargo, estamos llamados a valores más altos. Si no aprendemos
a amar y a dejar que otros nos amen no encontraremos jamás la plenitud de vida
que andamos buscando. Si no escapas del círculo vicioso de constituirte en el
centro del universo, no encontrarás jamás el camino de tu plenitud. Ofrece lo
que vivas hoy por las intenciones del Papa y contribuye a que tu ambiente
familiar, de amistad y de trabajo sea un ambiente más fraterno y solidario.
¿Eres consciente que hacer el bien es muchas veces ir contra corriente?
Con Jesús durante el día. «Felices cuando los hombres los odien,
los excluyan, los insulten y desprecien su nombre a causa del Hijo del Hombre»
(Lc 6, 22). Sé bondadoso en el trato con los demás, auténtico en tu hablar y
generoso en tu manera de actuar. Que el amor sea la medida de tus actitudes.
Con Jesús por la noche. Da gracias y pide luz. Al terminar el día
reflexiona, ¿Qué tienes para agradecer a Dios? ¿Qué quieres agradecer a las
personas con las que te has encontrado? ¿En qué decisiones o aspectos de tu
vida necesitas mayor lucidez? Pide a Jesús la luz del discernimiento para tomar
tus decisiones.
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