Levántate
Martes 13
Con Jesús por la mañana. Levántate, tú que estás desanimado.
Levántate, tú que no tienes más esperanza. Levántate, tú que estás acostumbrado
a la miseria y ya no crees que uno puede conseguir algo nuevo. Levántate,
porque Dios está a punto de hacer “todas las cosas nuevas”. Levántate, tú que
has enterrado los dones de Dios. Levántate, tú que has perdido la confianza de
llamar a Dios “Padre”. Levántate, y recobra tu admiración por la bondad de
Dios. Levántate, tú que sufres. Levántate, tú a quien la vida parece haberle
negado mucho. Levántate, mientras te sientes excluido, abandonado y marginado.
Levántate, porque Cristo te ha mostrado su amor y reserva para ti una
insospechada posibilidad de plenitud. ¡Levántate! (San Juan Pablo II). Ofrece
tu día por las intenciones del Papa. Deja que estas palabras resuenen en tu
corazón.
Con Jesús durante el día. «Al verla, el Señor sintió compasión y le
dijo: No llores. Se acercó, tocó el féretro, y los portadores se detuvieron.
Entonces dijo: Muchacho, yo te lo ordeno, levántate» (Lc 7, 14). No dejes que
los problemas o contratiempos te desanimen. ¡Levántate! Ponte de pie, una caída
no es derrota.
Con Jesús por la noche. Haz memoria del día. ¿Cómo estuvo tu día?
¿Con qué ánimo despertaste hoy? ¿Sucedió algo que te cambió el ánimo? ¿Cómo te
encuentras ahora al terminar el día? ¿Existe alguien a quien pedir perdón?
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