El límite que libera
Lunes 26
Con Jesús por la mañana. «El otro se puede presentar como un don
que me complementa desde su belleza, su bondad, su inteligencia, su fortaleza…
Pero todos somos limitados. En alguna parte acaban nuestras fuerzas, nuestra
salud o nuestras habilidades aprendidas... Algunos límites se superan, pero
otros Dios nos ayuda a reconocerlos y aceptarlos, a recibir de los demás lo que
necesitamos para vivir y para cumplir la misión que Él nos confía. En vez de
eliminar el límite que aumenta mi suficiencia, me enviará al otro que aumenta
mi comunión» (B. González Buelta). Ofrece lo que vivas hoy por las intenciones
del Papa. ¿Aceptas a los demás tal cual son o pretendes que actúen según tus
expectativas sobre ellos?
Con Jesús durante el día. «Juan le dijo: Maestro, vimos a uno que
expulsaba demonios en tu nombre y tratamos de impedírselo, porque no sigue con
nosotros. Jesús respondió: No se lo impidan. Quien no está contra ustedes está
con ustedes» (Lc 9, 49-50). Recibe con alegría lo que los demás tienen para
darte, sin esperar que se ajusten a tus deseos.
Con Jesús por la noche. Agradece el día. Da gracias por los
pequeños y grandes momentos que te llenaron de alegría y felicidad. Ahora
pregúntate, ¿Cuál fue el momento del día en el que te sentiste pleno? ¿Cuál fue
el momento en el que no te sentiste libre? ¿Te dejaste llevar por tus propios
miedos, resentimientos, ansiedad, o pensamientos de desesperación?
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