Perdonar el daño





Domingo 24 de julio

Con Jesús por la mañana. Jesús perdonó a quienes lo estaban martirizando en la cruz, a los que lo escupían y se burlaban, a los que le dieron muerte. Ante el espantoso sufrimiento de la cruz regaló el cielo al buen ladrón, entregó a María como madre nuestra, y pidió a su Padre el perdón para sus verdugos. Jesús conoció el dolor de cerca por eso conoce nuestro dolor ante las injusticias y el daño que nos causan. Ofrezco mi día por las intenciones del Papa. ¿Cómo vivo el dolor que otros me causan? ¿Cómo reacciono frente al daño que otros me hacen?

Con Jesús durante el día. «Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden» (Lc 11, 4). ¿Te victimizas? ¿Recurres a la culpa para martirizar a los demás? Reflexiona sobre el perdón que ofreces a los demás antes de reclamar que te pidan perdón por el daño que te ocasionan. Busca acompañar a otros en el dolor.

Con Jesús por la noche. Agradezco a Jesús el día. ¿Pude salir de mis molestias y acompañar el dolor y el sufrimiento de otros? ¿Me miro el ombligo y no me doy cuenta que otros necesitan cobijo en su dolor? Pido perdón. Mañana acompañaré a los demás y dejaré de pensar en mis dolores. Pido por los pueblos indígenas para que sean acompañados en sus penas y por el descuido que tenemos hacia ellos. 

Comentarios