Alegría de ser amados




Con Jesús por la mañana. La vida, caminada con el Señor, es una fiesta. La alegría honda se debe a que somos incondicionalmente amados por Él, y que nada de lo que hagamos hará que Él nos ame menos. El Señor nos ama en cada acontecimiento, en cada situación a través de las personas que nos quieren bien y que han compartido nuestra historia. Ofrezco mi día por las intenciones del Papa. ¿Sientes el amor que Dios te tiene? ¿Es para ti motivo de alegría honda sentirte amado/a por Dios?

Con Jesús durante el día. «¿Pueden los invitados a la boda estar tristes mientras el novio está con ellos?» (Mt 9,15). ¡Deténte un momento y piensa! Dios te está amando ahora. Demuestra tu alegría de sentir su amor con un gesto de amor a otra personas, una palabra de aliento, una sonrisa, un agradecimiento sincero.

Con Jesús por la noche. Al cerrar el día agradezco a Dios. ¿Pude sentirme alegre por el amor que Dios me tiene? Pide perdón. Mañana seré mensajero de la alegría de ser amado por Dios. Pido para que los pueblos aborígenes sientan la alegría del Amor incondicional de Dios.

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