Un corazón dispuesto




14 de junio

Con Jesús por la mañana.  Para algunos ancianos la vida es solitaria, para otros, es una lucha contra una sociedad que no los tiene en cuenta y los abandona. Para la mayoría de ellos, la etapa que debería ofrecerles calma y descanso, termina siendo una odisea. Vivimos en un mundo repleto de egoísmo, donde cada uno corre tras sus propios intereses y sin mirar al de al lado.  ¿Son los ancianos el resultado de la cultura del descarte? Ofrezco mi día al Corazón de Cristo por las intenciones del Papa, visitaré a algún familiar o amigo anciano, haciéndole saber lo importante que es su vida para mí.

Con Jesús durante el día.  «Si ustedes aman sólo a quienes los aman, ¿qué premio merecen?... Si saludan sólo a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? También hacen lo mismo los paganos.» (Mt 5, 46-47) Prestaré mi atención a las personas mayores que necesiten de unos oídos atentos y un corazón dispuesto para escuchar.

Con Jesús por la noche.  Doy gracias por todo lo acontecido. ¿Cómo me sentí haciéndome cercano a los ancianos? ¿Fui buen hijo, nieto o bisnieto? ¿Valoré sus ideas y sabiduría y se lo hice saber? Pido perdón. Mañana seré amable y cálido, especialmente con los más ancianos. Corazón amoroso de Jesús inflama mi corazón.


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