La felicidad depende del amor. Es el amor el que le da sabor y gusto a la vida. Una inteligencia espiritual habla de gustos, de sabores que permean todo el ser humano, porque pone en contacto con la vida. Porque la razón, aunque esté orgullosa de sus logros, al final no abraza nada de la vida.
Xavier Quinzà Lleó
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