Anoche cuando dormía, soñé ¡bendita ilusión! que de la
muerte salía agarrado del Señor.
Anoche cuando dormía soñé ¡bendita ilusión! que una colmena
tenía dentro de mi corazón; y las doradas abejas iban fabricando en él, con las
amarguras viejas, blanca cera y dulce miel.
Anoche cuando dormía soñé ¡bendita ilusión! que un ardiente
sol lucía dentro de mi corazón. Era ardiente porque daba calores de rojo hogar,
era sol porque alumbraba y porque me hacía llorar.
Anoche cuando dormía, soñé ¡bendita ilusión! que era Jesús
quien llamaba dentro de mi corazón.
Antonio Machado
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