Un excelente ejercicio para acompañar la oración de esta mañana puede ser  éste. Ayuda notablemente, hacer el gesto externo de “entrega” al Señor de este día…
“Señor, hoy no deseo quejarme de nada, en especial de lo que siempre reclamo (…..) Hoy mi deseo más profundo es agradecerte por el don de mi vida y la de (…..).  No permitas que esquive mis responsabilidades ante las circunstancias que tengo delante (…..). Ayúdame y guíame hacia lo que Tú deseas, que se haga tu voluntad y no la mía. Acompaña mis procesos, de idas y vueltas, recorre este día a mi lado. Amén”

@Ale.

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