El padre jesuita Ángel Garralda, fundador de la ONG "Horizontes Abiertos", ha dicho hoy que hace 20 siglos, cuando "en Oriente Próximo un tal Jesús vivió en Nazaret", los marginados de la sociedad eran "exactamente los mismos" que ahora.

El religioso ha recibido hoy la Medalla de Oro de Madrid, en el acto institucional con motivo de la fiesta de San Isidro, presidido por la alcaldesa, Ana Botella, junto al exalcalde y actual ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, que no ha dudado en calificarle de "santo vivo", y el cineasta Alejandro Amenábar.

Vestido con alzacuellos, Jaime Garralda ha manifestado que Jesús dijo que los marginados eran "desnudos, presos, peregrinos y enfermos" y hoy "han pasado 20 siglos y siguen siendo exactamente los mismos".

"Desnudos, no de camisa sino de hogar, los sin techo, la cárcel, peregrinos, que ahora se llaman emigrantes, enfermos, antes lepra, hoy sida y droga", ha enumerado.

Ha tenido un recuerdo para todos sus "santos": "primero, ella, la madre, María", después "todos los jesuitas que a lo largo de los siglos están con Dios", sus padres, sus colaboradores y "los marginados sociales, que también están con Dios".

El padre Garralda ha asegurado que le "impresiona profundamente que en este tiempo el Ayuntamiento (al conceder esta medalla) se haya portado en esto como auténtico cristiano" y, "con toda la alegría que brota a borbotones" de su alma, ha querido dar la bendición a los presentes, que le han dedicado un enorme aplauso, parte de ellos puestos en pie.

Jaime Garralda, padre jesuita, nacido en 1921, vivió refugiado durante la Guerra Civil con su familia en la Embajada de Francia y con 24 años entró a formar parte de la Compañía de Jesús, en la que comenzó a trabajar en proyectos solidarios a favor de los marginados.

Tras un período en Centroamérica regresó a España y fundó en 1978 la ONG "Horizontes Abiertos", después denominada "Fundación Padre Garralda-Horizontes Abiertos", con el objetivo inicial de ayudar a los presos a la salida de prisión, creando hogares de acogida para los mismos.

Desde dicha Fundación ha impulsado iniciativas y programas para apoyar a la población penitenciaria, madres, menores, enfermos de sida, que ha conseguido la integración social de miles de persona.