«Globos hinchados»

«En el mundo hay dos clases de hombres: los que valen por lo que son y los que sólo valen por los cargos que ocupan. Los primeros están llenos; tienen el alma rebosante; pueden ocupar o no puestos importantes, pero nada ganan realmente cuando entran en ellos y nada pierden al abandonarlos. Y el día que mueren dejan un hueco en el mundo. Los segundos están llenos como una percha, que nada vale si no se le cuelgan encima vestidos y abrigos. Empiezan no sólo a brillas, sino a existir, cuando los nombran catedráticos, embajadores o ministros, y regresan a la inexistencia el día que pierden tratamientos y títulos. El día que se mueren, lejos de dejar un hueco en el mundo, se limitan a ocuparlo en un cementerio. (...) Lo verdadeamente asombroso es que la inmensa mayoría de las personas no luchan por "ser" alguien, sino por "tener" algo; no se apasionan por llenar sus almas, sino por ocupar un sillón; no se preguntan qué tienen por dentro, sino qué van a ponerse por fuera. Tal vez sea esa la razón por la que en el mundo hay tantas marionetas y tan pocas, tan poquitas personas. (...) Aunque sabemos que la fama, el prestigio y el poder suelen ser simples globos hinchados, nos pasamos la vida peleándonos por lo que sabemos que es aire»

José Luis Martín Descalzo
Toma un minuto para pensar:

Tú ¿Por qué luchas en la vida?
¿Qué cosas te quitan el sueño?

Comentarios

María Dolores ha dicho que…
Muy buena reflexión Padre Javier, hasta me hizo dudar del grupo en el que entro yo. Quiero ser de los primeros, pero en honor a la verdad, la mayor parte del tiempo me he desempeñado en el segundo grupo (para mi abatimiento). Y es difícil salir de la lógica de una mentalidad así, que Dios me ayude a recomponerme. Un cordial saludo.