Dios mío, tómame de tu mano, que pueda acompañarte sin resistirme. No rehuiré nada de lo que me llegue en la vida, lo asimilaré con todas mis fuerzas. Iré a todas partes de tu mano y quiero procurar no tener miedo. Intentaré irradiar algo del amor verdadero que hay en mí. Etty Hillesum