Retirarse no siempre es rendirse, ni estar en contra es agredir. Cambiar no siempre es hipocresía, y derrumbar no es destruir. Estar a solas no es apartarse, y el silencio no es no tener qué decir. Quedarse quieto no siempre es pereza ni cobardía. Sumergirse no es ahogarse ni retroceder para huir. A veces, sólo a veces... Hace falta lograr soltarse, Izar las velas, abandonarse, Dejar que fluya, que el viento cambie, Cerrar los ojos y enmudecer…